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lunes, octubre 10, 2005

de escolleras

Abotona ese chaleco que no tiene
Surge una Aleph entre su indice y pulgar
Del Comando de Elite a una escollera de impermeables Rocas
En donde el olor es solo metalico.
Como cambiar el mundo
sin un bonito descapotable rojo y deportivo?
Llorando por la inutil pesca,
que no ahorra nada ;
y que consume tiempo
como brazas avivadas por un azul de mar,
que no es ni tan azul, ni tan mar.
Ni el inutil destino de ese pez
ni las paredes
ni las luces
ni los comandos que el toca
y yo no veo.
Hablo de cambiar cosas
Pero triste destino el de ser
profeta o mesias
en este lugar
donde no se da cabida
a nuevos idolos.
Con la vision, esa realidad que el ve desvanecerse
en una claro de viento y arena,
y le duele que yo no lo vea junto con el.
Baile sobre las rocas
y te hable de voces,
que aseguraste verdaderas.
Iliya Busca su camino, que el mismo,
decide perdido.
Aplaude una obra conocida.
y sus palmas,
son de la misma textura
que su pecho,
que de rocas su lecho,
que su elegida calma,
desde el viento su locura
hasta las cimas oscuras
de las torres que guardan
La verdad de occidente
Desplegando su ruido estandarte,
junto a su mediterraneo,
que aguarda muerte,
para los sabios incongruentes,
quizas los unicos que aman.

El mareo sube y baja dos veces por dia
como por arte del humo, el vino y la luna,
suben saladas aguas, vanguardia de fantasias.
Claro que esa vision, a Iliya lo apuna
Son palancas, armas, suenio y vigilia,
Traeran paz al mundo de los otros, por fortuna
aclara errante el profeta, que dice saber amar
que no tiene mentiras.

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