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sábado, abril 30, 2005

Ermitaño


Y aquel que, que nunca murió, al cabo de tres siglos completos desde el momento en que tomara la decisión de ser inmortal, entendió, que la comunicación existe, porque es la forma de unirse con otros ante la muerte. Desde que se supo infinito en el tiempo, al cabo de cien años de la decisión, ya no tubo la necesidad de ningún tipo de progreso económico o social (esto, fue contrario a su propia visión previa de la vida eterna llena de lujos, placeres, y despilfarros excesivos), porque entendió que lo material lo necesitan las personas que no pueden conseguir lo abstracto, pero esencial, que son los afectos y la magia creativa. De todas formas conserva aun la tradición del sexo a mansalva, disparado en todas direcciones: reacciones zoofilicas no son exageradas ni "raras" en él, y el sadomasoquismo, es la mas simple de las expresiones cotidianas.
Jacques de Molay, que dicen, anda suelto por las calles de Jerusalén en su eterna guardia del templo, fue, también, quemado hace casi setecientos en Paris, por hereje, por hedonista, y por conspirar contra la corona francesa.
Aseguran haberlo visto caminando, porque fue un hacedor de caminos, de esos que nunca desaparecen. Pero si ya no lo vemos es porque ha entendido que la eternidad, al alejarlo del miedo a la muerte, también lo ha alejado del mundo exterior y lo ha relegado a una postura ermitaña.
Y pregonan, sus apóstoles, a viva voz palabras que dicen que dijo la última vez que habló: No hay objetivo inalcanzable, es todo cuestión de tiempo, por ende sólo me queda dedicarme a encerrarme en mi mismo, ya que el tiempo todo lo destruye o mejora. Nada tiene sentido sino el aprovechar la muerte como incentivo para el desarrollo y evolución, y aquel que privado se vea de ese don solo le quedará aprender a convivir consigo mismo.

Roctozorin

1 comentario:

juanba dijo...

Creo que este ermitaño, de haber llegado a entender la eternidad no hubiese llegado a ser inmortal, dado que el hombre que se ilumina y llega a conocer la Verdad final no está destinado a ser inmortal, sí eterno en su espíritu, que es distinto.

Pasa por lo terrenal y lo espiritual. Si el espíritu no tiene origen ni fin, siendo eterno, ¿para qué quiero la inmortalidad?

Salutes